Para los miembros de la familia Salesiana es imposible pasar por alto una fecha tan importante como la del 24 de mayo.
De seguro que ya sabrás que ese día se recuerda a nuestra Madre, Guía y Protectora de todas nuestras obras, nos referimos a “María Auxiliadora”. Una de las propuestas que nos gustaría compartir con ustedes desde este espacio es invitarte a leer un poco sobre porque se recuerda un 24 de mayo y no cualquier otro día.
Nos remontamos al 1814, “el Papa Pío VII, prisionero del general Napoleón, prometió a la Virgen que el día que llegara a Roma, en libertad, lo declararía fiesta de María Auxiliadora. Inesperadamente el pontífice quedó libre, y llegó a Roma el 24 de mayo. Desde entonces quedó declarado el 24 de mayo como día de María Auxiliadora.
Años más tarde, específicamente en 1860 la Santísima Virgen se aparece a San Juan Bosco y le dice que quiere ser honrada con el título de “Auxiliadora”, y le señala el sitio para que le construya en Turín, Italia, un templo.
Don Bosco, empezó la obra del templo con sus tres monedas de veinte centavos cada una, pero fueron tantos y tan grande los milagros que María Auxiliadora empezó a obtener a favor de sus devotos, que en sólo cuatro años estuvo terminada la Gran Basílica. Nuestro padre Don Bosco solía decir: “Cada ladrillo de este templo corresponde a un milagro de la Santísima Virgen”, desde aquel Santuario comienza a extenderse por el mundo la devoción a María bajo el título de Auxiliadora de los Cristianos”.