Por: Lic. Carlos Cuevas-. Como cada año la Pastoral Educativa de la Plaza Don Bosco organiza los retiros correspondientes a este tiempo de Adviento, en esta ocasión todos los estudiantes de este centro de estudio han tenido la oportunidad de tener ese encuentro consigo mismo y con Dios.

Adviento es el tiempo de espera,  conversión, testimonio y de anuncio que nos prepara a la venida del salvador nuestro Señor Jesucristo; con ello nos prepara a la celebración de la Navidad, que junto en familia se comparte. También es un tiempo de esperanza y de oración que se vive entorno en 4 semanas.

El tema central para los estudiantes de pre-primario, inicial y básica se basó en la historia de 4 velas, una que representaba la PAZ, se le invitaba a cada niño/a que debían tener paz en su corazón, también propiciar la paz en todo momento. La segunda vela representaba el amor, los pequeños entendieron que todos hemos nacido para amar, porque Dios es amor y si somos hijos de Dios, entonces el amor está en los corazones de cada uno.  La tercera vela simbolizaba la fe, es la que nos invita a creer en cada momento, también nos invita a tener la certeza de que Dios está siempre con cada uno, aun en los momentos más difíciles; muchas veces podemos no tener Paz en nuestro interior, de igual forma  dejamos de amar; y en los momentos de tempestad se nos va la fe, pero hay una vela que nunca se apaga, es la que simboliza LA ESPERANZA, nunca debemos perder la esperanza en que Dios está con nosotros, la vela de la esperanza simboliza a Jesucristo, ese hijo de Dios que cada año trae la paz, el amor, la fe y él mismo que es la esperanza.

En este mismo tenor se llevó a cabo el tema de los alumnos del bachillerato, también se les invito a que REINICIARAN SU VIDA, entendieron que el Señor les llama a realizar esta acción en este tiempo de adviento, durante el año son muchos los virus que entran a nuestra vida, son muchas las informaciones que recibimos en nuestro disco duro, por estas razones estamos muy congestionados y para ponernos en sintonía con el Señor debemos reiniciar para renovar el corazón y dejarlo libre para que el niño Jesús pueda nacer y llenarnos de PAZ, AMOR, FE Y ESPERANZA.