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1 noviembre, 2016

LA FAMILIA

LA FAMILIA 

Por:  P. RICARDO JÀQUEZ MENA SDB

El Santo Juan Pablo II en el número [44] de la   EXHORTACIÓN APOSTÓLICA
FAMILIARIS CONSORTIO manifestó, “la familia tiene la misión de ser cada vez más lo que es, es decir, comunidad de vida y amor, en una tensión que, al igual que para toda realidad creada y redimida, hallará su cumplimiento en el Reino de Dios”.

Haciendo énfasis al texto: si se quiere vivir en una unidad de comunidad en vida y amor tenemos que construir una personalidad fuerte y equilibrada, es de vital importancia que como familia integrada y unida el amor mutuo  hagan  sentir a los demás que son dignos de ser queridos con un amor incondicional, ya que sin familia no hay sociedad de tolerancia y armonía que son valores y  actitudes que dejan sentir el verdadero amor de vida en los miembros de una familia como se quiere tener hoy, bella e ideal que forme sociedad.

En este sentido, para que se pueda dar en sí este valor y esta actitud de tolerancia  y armonía en la familia tiene que existir y darse un verdadero matrimonio que es una fuerza para la sociedad hoy, pero teniendo en cuenta que el matrimonio es y ha sido desde siempre en la creación ya que proviene de Dios, es decir que tiene que ser matrimonio de testimonio desde la persona de Cristo.

Por consiguiente, el valor nace y se desarrolla cuando cada uno de sus miembros asume con responsabilidad el papel que le ha tocado desempeñar en la familia, procurando el bienestar, desarrollo y felicidad de todos los demás.

Es en la familia donde se enseñan los primeros valores; valores que serán sustento para la vida en sociedad y a lo largo de la vida de la persona.

Aquí presento otros valores:

La alegría es un valor que se siembra primeramente en el seno familiar.

La generosidad es uno de los valores que se fomentan en la vida familiar.

El respeto hacia los demás miembros es otro de los valores que se fomentan dentro de la familia, no sólo respeto a la persona misma, sino también a sus opiniones y sentimientos.

La justicia se fomenta en el seno de la familia al establecerse lo que corresponde a cada miembro de la misma.

La responsabilidad supone asumir las consecuencias de los propios actos, no solo ante uno mismo sino ante los demás.

La lealtad surge cuando se reconocen y aceptan vínculos que nos unen a otros, de tal manera que se busca fortalecer y salvaguardar dichos vínculos así como los valores que representan.

La autoestima es uno de los valores fundamentales para el ser humano maduro, equilibrado y sano. Este valor tiene sus raíces y fundamentos en el núcleo familiar.

Ésta se basa en la variedad de pensamientos, sentimientos, experiencias y sensaciones que hemos ido acumulando a lo largo de nuestra vida, pero principalmente a lo largo de nuestra infancia y adolescencia.

En definitiva, padres de familias. Si quieren construir una personalidad fuerte y equilibrada, es de vital importancia que como padres hagan  sentir a los hijos que son dignos de ser queridos con un amor incondicional, es decir, no condicionado a su comportamiento, calificaciones o actitudes. Elevar la autoestima de los hijos es de vital importancia, ya que contribuyen  a que desarrolle la convicción de que es estimado y valorado, que es competente para enfrentarse a la vida con confianza y optimismo, y que es merecedor de la felicidad.

Autor juanferreyra

Mensaje del Rector

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P. José Alberto Cuello, SDB

En la Plaza Educativa Don Bosco, desde cada una de las propuestas educativas que la integran, continuamos dando respuestas a las necesidades que experimentan nuestros destinatarios como personas y como entes  en relación; como hijos de Dios y, sobre todo, como hombres y mujeres que van construyendo sus propias vidas y marcando su propio rumbo. Con nuestro accionar procuramos lograr llenar el corazón y la vida de cada uno de nuestros destinatarios de esos valores y criterios  que realmente construyen al ser humano y lo ponen en la trayectoria de la realización plena de su existencia. Para ello seguimos apoyándonos en la experiencia educativa de Don Bosco a través del Sistema Educativo Salesiano, desde donde se ha logrado dar respuestas a las necesidades más profundas de del corazón de la juventud en todos los horizontes de nuestro planeta. Es de esta manera cómo en este año, en el que los Salesianos estamos celebrando los cien años de la presencia salesiana en las Antillas, nos propones continuar fortaleciendo nuestras propuestas educativas y con ello nuestro accionar, a los fines de lograr provocar que nuestros destinatarios logren sacar lo mejor de sí mismos, y de este modo puedan continuar  construyendo un proyecto de vida que le lleve al camino de la total y plena realización de sus vidas. Como gran comunidad educativo pastoral, en esta familia de la PEDB unimos  fuerzas y criterios, creando sinergia en la búsqueda constante del bien de aquellos que el Señor se ha dignado confiarnos su educación y su formación como persona, como cristianos y como entes sociales. Continuamos creando  espacios y oportunidades en los que todos podamos aportar con esta causa desde nuestras posibilidades y desde la función específica que cada uno desempeña en esta comunidad educativa. Resaltando la alegría que produce tanto el dar como el recibir, conjugamos un accionar en el que educando y educadores; padres y amigos;  bienhechores y colaboradores nos comprometemos  y damos pasos firmes hacia la misma meta: el bien de nuestros destinatarios. Las puertas están abiertas para que todos aquellos que quieran unirse y  formar parte de este vasto grupo de personas que, desde estos espacios,  vamos caminando y tratando de dar pasos firmes (inspirados por Don Bosco) en la construcción del Reino de Dios.

Biografias

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San Juan Bosco "Don Bosco"

Nacimiento

16 de agosto de 1815 I Becchi, Reino de Piamonte-Cerdeña.

Fallecimiento

31 de enero de 1888 (72 años) Turín, Bandera de Italia Reino de Italia
Don Bosco nace el 16 de agosto de 1815 en I Becchi – Castelnuovo, un pueblo no muy lejos de Turín – Italia. Hijo de Francisco Bosco y Margarita Occhiena. Su padre Francisco murió por causa de una pulmonía cuando Juan tenía la edad de dos años. Después de esta muerte, su madre, Margarita Occhiena se encarga de su crianza y su educación, la cual estuvo marcada por un gran amor, pero también con mucha disciplina. Juan Bosco, desde sus inicios, específicamente desde los 9 años, recibirá un aviso divino que marcará el desarrollo de toda su obra. En este sueño, llamado como "el sueño de los 9 años", Jesús y la Virgen María le transmiten la esencia de su misión: convertir a aquellos jóvenes lobos –migrantes, maltratados en las fábricas, viviendo en una sociedad materialista (principal característica de la revolución industrial), preocupados solo por el dinero, envueltos en los vicios de las ciudades grandes –en mansos corderitos– jóvenes con amor en sus corazones y capaces de ayudar a los más necesitados, jóvenes críticos y dispuestos a trabajar para salir adelante y liberarse de sus vicios–. Estos y otros sueños que se vinieron sucediendo, aunque no fueron comprendidos en un principio, se hacen realidad en cada una de las obras que Juan Bosco emprende en favor de tantos jóvenes como son los oratorios, la apertura de los talleres y su preocupación constante por su educación teórica y espiritual. La "Sociedad de la alegría" es la primera expresión de esta preocupación educativa, sobre todo en valores. El 29 de marzo de 1841 recibe el Sacramento del Diaconado y el 5 de junio de ese mismo año es ordenado sacerdote. Su trabajo empieza en Turín y luego se trasladará a todo el mundo, con la ayuda de sus hermanos de Congregación, Sociedad que será fundada en 1854 y que en sus inicios se llamaría Sociedad de San Francisco de Sales. San Juan Bosco dedica su vida a los jóvenes, escribe muchos libros, impulsa la creación de talleres, escuelas, oratorios y plantea un nuevo sistema educativo: el Sistema Preventivo. Este sistema resume la filosofía educativa de Juan Bosco en tres palabras: Razón, Religión y Amor. Para él es imposible educar a un joven por medio de la razón, si no se lo ama, se entiende sus problemas y se lo apoya a resolverlos, con la ayuda y la iluminación de Dios. En 1872, funda, conjuntamente con María Mazzarello, la Comunidad de las Hijas de María Auxiliadora. Congregación que desempeñará un trabajo similar al de San Juan Bosco, pero con mujeres. Para 1875, es decir tres años más tarde, envía el primer grupo de misioneros a la A rgentina y los años siguiente, los misioneros seguirán siendo enviados a varias partes del mundo, para t r a b a j a r p o r sus destinatarios preferenciales: los pobres y los jóvenes y para cre a r una sociedad más libre, más equitativa y más cristiana. Don Bosco muere el 31 de enero de 1888.

Empleo

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Contacto

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